Hay una serie de cosas que pasan solo en la cena de nochevieja Madrid, o en la fiesta de fin de año, cosas que desde luego siempre piensas que solo te pasan a ti. Pero, ¿y si no fuera así?
Y es que, entre bocado y bocado de pavo te das cuenta de tu no vida amorosa, de tu curiosa forma de no ir al gimnasio, de cómo pasas de dejar de fumar y del incumplimiento de las promesas en general que hiciste exactamente hace un año. Te dan hasta ganas de llorar. Pero te consuelas con un “no no, esto tiene que cambiar. Empiezo desde esta cena de nochevieja Madrid”. Y es que ahora sí que va en serio.
Porque están en el instituto/universidad y tienes casi un mes de vacaciones o porque en el trabajo te han dado una semana o solo los días festivos para que puedas tener tu cena de nochevieja Madrid en paz, o por lo que sea. El caso es que acabas de comer y te tumbas en el sofá con la firme intención de dormirte un rato con la televisión de fondo pero oye, imposible. Empiezas por ver la primera de toda la tanda solo porque te entre el sueño, y ya no puedes cerrar los ojos. Todos decimos lo mismo, que son de una calidad pésima, pero la verdad es que todos acabamos por verlas, tanto es así, que capaces seríamos de quedarnos sin cena de nochevieja Madrid por su culpa.
Todos pensamos lo mismo. Que es un lío, que en verdad es un lío y muy muy caro. Que este año alguien ponga la casa ¿no? Vale no. Pues a la sierra todos, hagamos algo especial. Alquilamos una casa rural que entre todos sale más a cuenta.
Sí. Todos decimos lo mismo y también acabamos comprando la entrada a última hora por casi un riñón porque de tanto esperar nos iban a dar las uvas. Así que, al final nos tenemos que comprar el vestido/traje deprisa para ir la fiesta con la supuesta barra libre, que jamás renta (o te las pides de cinco en cinco o no hay tiempo, porque por cada copa esperas una media hora) y además salir corriendo con la cena de nochevieja Madrid en la nariz.
Es entonces, justo antes de la cena de nochevieja Madrid cuando te das cuenta de que el DNI está caducado, de que el vestido te queda largo, la corbata tiene una mancha o que no has sacado dinero para esa noche y o te arriesgas a buscar un cajero por la zona ya allí, cambiarte de corbata o implorar a tu madre para que te apañe el vestido. Qué desastre.[/fusion_text][/fullwidth]
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